domingo, agosto 12, 2012 [ 11:39 a. m. ] 0 zanahorias
Creo que me he quedado atascada en los 13 años. Mi cuerpo siguió creciendo pero mi mente se detuvo allí. Mentalmente no he crecido ni he madurado más. Sigo siendo la misma niña caprichosa y llorona de 13 años. En realidad ha salido por voluntad propia. No quiero crecer....
Estoy ya a 7 meses de comenzar la universidad y todavía no me mentalizo a mí misma haciéndome una carrera en el mundo de los negocios. La Contaduría Pública es una carrera con mucha demanda, y si quiero tener un buen puesto con un buen salario hay muchas cosas que debo hacer: tener buenos contactos, caerle bien a los jefes, ser espontánea y extrovertida en las revistas, mentir mucho. No es fácil para mí eso, si alguien me cae mal me cae mal y no puedo disimular la cara de asco cuando estoy con esa persona. Tampoco me gusta la gente que consigue lo que quiere usando trampas y sobornando otras personas. La honestidad es algo que se ha perdido mucho estos. Y sin embargo, eso es lo que tengo que hacer si quiero tener una vida cómoda.
Ni siquiera eso de tener una vida social llena de amigos se me da bien. Ya no estoy tan mal como antes: en mis primeros blogs a los 13 años me la pasaba llorando porque no tenía amigos y me sentía sola. Ya no es así, tengo algunas amigas y amigos con los que salgo de vez en cuando. Esa es una mejoría, una meta cumplida en la vida y algo de lo que me siento orgullosa. Es una señal de cambio. Sin embargo, todavía no soy capaz de ir a una fiesta sin sentirme incómoda. Puede que esto sea muy común en otros lugares, pero viviendo en Venezuela no es normal que me pase esto. Aquí desde los 12 años están bebiendo y rumbeando todas las noches. Para mí esta mal, pero a mi edad con casi 17 añotes, lo ideal es divertirse, guardar buenos recuerdos, y yo los estoy desperdiciando todos. "Sí, mi querido amigo, recuerdo que cuanto tenía 16 años veía animé 12 horas al día...". Nada alentador, eh.
Algún día tendré que crecer todo lo que no he crecido de golpe. Ese día se acerca, ya me está pegando, el simple hecho de escribir esta entrada es motivo de yo. Todos necesitamos madurar en nuestras vidas, unos más tarde que otros. No quiero me pisoteen, pero tampoco quiero pisotear a nadie. Necesito una nueva manera de pensar, una madura, pero sin dejar de ser la Andrea que todos conocen por años, aquella muchacha tímida que siempre está sonriendo y se ríe por todo. Es crecer, no perder mi esencia. Para bien, no para mal. Espero que los años no me cambien mucho. Quiero superar las dificultados de la vida sin perder mi yo interno. Me gustaría leer estas cosas y decir "Vaya, todavía pienso igual...".
Pero me quedan muchos años todavía. Lo mejor es hacer las cosas de a poquito. Al igual que a los 13 años, que creía que lo mío no tenía remedio, a lo mejor en un par de años las cosas cambiarán. Es la esperanza. Hay que superarse a sí mismo. Después de todo eso es vivir, ¿no? Ser grande por fuera, niño por dentro. Y los niños son felices. Yo quiero ser feliz también...
"Si ella es asombrosa, no será fácil. Si ella es fácil, no será asombrosa. Si ella vale la pena no te rendirás. Si te rindes, no vales la pena".
bien. Futura Contadora Pública, aunque no sepa ni pronunciar bien "Contabilidad" sin que se atore la lengua al final. Tengo más libros en mi biblioteca que amigos hechos en la vida, y no es que sea asocial, es sólo que la demás gente me parece aburrida, o quizá muy diferente, o un poco de ambas cosas. Sin embargo, y a pesar de todo, he encontrado a alguien con quien congenio, y aunque no les importe, se llama Benjamín y es totalmente diferente a mí, pero aún así, me aguanta y nos aguantamos. No será el amor de mi vida, pero es el amor de mi ahora.
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